El Manual estratégico para el financiamiento climático

Es hora de financiar nuestros objetivos climáticos

En noviembre, una largamente esperada conferencia climática global (COP27 de la ONU) brindará una nueva oportunidad para hacer las cosas bien, y no nos podemos dar el lujo de seguir dilatándolo. Aquí y ahora, el cambio climático está devastando vidas y sustentos, y resolverlo es deber de los liderazgos actuales. Pero, hasta la fecha, nuestras inversiones en la acción climática han sido penosamente insuficientes para la escala del desafío. 

Nuestras elecciones de esta década determinarán el curso del cambio climático para las generaciones por venir: innovación o el estado actual de cosas, acción o inacción, igualdad o desigualdad. Y si los últimos años giraron en torno a fijar metas más ambiciosas para detener y revertir la crisis climática, ahora es momento de gastar como si de verdad esa fuese nuestra intención. 

Entonces, ¿cómo podemos invertir en el futuro que queremos? 

A continuación, contamos cómo aumentar los fondos para la acción climática

El Manual estratégico para el financiamiento climático presenta estrategias innovadoras que pueden contribuir a conseguir fondos para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como también para medidas adaptativas para comunidades vulnerables al clima en todo el mundo. Una gama de fondos públicos, privados y alternativos ha mostrado que los modelos de financiamiento climático descritos en esta guía pueden funcionar en diferentes geografías y capacidades para posibilitar una respuesta eficaz a uno de los desafíos más grandes y más complejos que enfrentamos colectivamente. 

Esto implicará cambiar la forma en que generamos energía, producimos alimentos, construimos infraestructura y transportamos personas y bienes, todo esto mientras nos enfrentamos a una mayor frecuencia de sucesos meteorológicos extremos y otros factores estresantes relacionados con el clima. Con la ciencia como guía, The Nature Conservancy (TNC) ha estado trabajando en alianza con el sector público y privado durante años para desarrollar mecanismos financieros que posibiliten esta transformación global, entre ellos: 

Los países ricos deben incrementar el liderazgo climático

Si bien el financiamiento climático ha aumentado en los últimos años, está muy por debajo de lo que se necesita para lograr los objetivos globales, De hecho, recientemente, Oxfam reveló que las naciones ricas se están quedando cortas en su promesa de movilizar anualmente cien mil millones de dólares en financiamiento climático desde 2020 hasta 2025. Buena parte de estos fondos estaba destinada a naciones en desarrollo que, a pesar de contribuir menos a la crisis climática, enfrentan costos desproporcionados provenientes de desastres relacionados con el clima.

Con demasiada frecuencia, se ha calculado mal el costo de oportunidad de un camino sostenible, tomando como base la falsa creencia de que la elección era una cosa o la otra, ahora o después. Ya es hora de ver el sendero sostenible como lo que es: nuestra mejor chance para construir comunidades resilientes y prósperas. Un camino que exigirá una enorme movilización financiera por parte tanto del sector público como del privado, pero que salvará vidas y sustentos.  

Cuando en noviembre el liderazgo global se reúna para la COP26 en Glasgow, es imperativo que no solo firmen acuerdos ambiciosos para detener y revertir el cambio climático, sino que elaboren planes de desarrollo para inyectar fondos a esos acuerdos. Esta guía describe estrategias para hacerlo.

Se nos acaba el tiempo, pero aún tenemos una chance para confiar en que la ciencia guíe nuestras soluciones, para elegir economías que sirvan a nuestras comunidades ahora y en el futuro, y para crear un mundo en el que la naturaleza y las personas prosperen juntas.